
Menos no siempre es más. A veces, más es más.
El brutalismo digital como ruptura
En una época donde todos los sitios web parecen iguales, el diseño brutalista irrumpe con fuerza en 2025. Se acabaron las webs limpias y predecibles: llegan las tipografías XXL, colores puros, layouts caóticos y estructuras agresivas.
El brutalismo no es solo estética, es una declaración de intenciones. Nació como respuesta a la estandarización de las plataformas como Webflow o los themes clónicos de WordPress.
¿Dónde se ve esta tendencia?
Portafolios de artistas, diseñadores y estudios creativos.
Sitios de música, moda alternativa y movimientos culturales.
Marcas que buscan generar fricción visual para destacar.
¿Por qué funciona?
Porque rompe la comodidad visual, obliga a prestar atención, y transmite personalidad. No es para todo el mundo, pero cuando se usa con inteligencia, se convierte en una herramienta de diferenciación brutal (literalmente).